Como me gusta mucho leer a Taleb así como las conclusiones a las que llega la gente en el mundo de la inversión de su filosofía, se suele hablar mucho de conceptos y/o vocablos como “azar”, “aleatoriedad”, “impredictibilidad”, “predicción”, “sistemas complejos”, “algoritmos”, “turbulencias”…Voy a intentar plasmar, definir y sintetizar en lo posible parte de estas sencillas palabras pero que engloban muchos matices en función de a qué materia, ciencia o disciplina se refieran.
El azar simplemente es una casualidad que se dá en diversos fenómenos (matemáticas, inversión, biología, física,…) que se caracteriza por causas complejas no lineales y sobre todo que no parecen ser predictibles. Dependiendo del ámbito al que se aplique, se pueden distinguir varios tipos de azar. En el campo que nos compete en las inversiones, con sus variables, que al final son datos, es similar al azar matemático; lo podríamos catalogar como aquello que aunque nos empeñemos como estudiosos de la inversión, no podemos predecir con ningún algoritmo. En matemáticas es lo que llamamos aleatoriedad, lo estudia la teoría de la probabilidad y si lo aplicamos a fenómenos concretos, estaríamos hablando de estadística. En la inversión, la estadística, es una de las formas de “mirar por el retrovisor”. Abusar de la estadística en las inversiones, frente a cosas no evidenciadas científicamente es, al fin y al cabo, “intentar predecir” el futuro de los mercado sobre todo a corto/medio plazo, porque a largo la bolsa ha sido alcista y, es una verdad innegable a través de la historia y el tiempo.
Complejidad es la cualidad de lo que está compuesto de diversos elementos interrelacionados. Por un lado, en términos coloquiales, la palabra complejidad tiende a ser utilizada para caracterizar un conjunto intrincado y difícil de comprender (“complicado”). Por el otro lado propone un reconocimiento y acercamiento a las conductas del comportamiento del ser humano, en torno a un sistema compuesto de partes interrelacionadas que como un conjunto exhiben propiedades y comportamientos no evidentes a partir de la suma de las partes individuales para no ser deterioradas por entornos grupales o rebaños bursátiles. Desde el punto de vista inversor, la bolsa es un “sistema complejo” por la amplia información/desinformación que abarca. Al final la suma de tantas partes dan resultados de corto plazo no evidénciales por ningún algoritmo conocido, lo que denominamos ruido bursátil.
El pensamiento complejo nos permite contemplar diferentes representaciones/opiniones, al mismo tiempo, con el fin de tener un entendimiento más completo de mercado de valores.
Ante esta situación(pensamiento complejo), se da lugar a la incertidumbre bursátil sobre lo que se sabe. Es decir, si el conocimiento existente es reestructurado, somos capaces de generar uno nuevo, así como de abandonarlo y recuperarlo. Al respecto, la visión del pensamiento complejo se opone al paradigma de la simplicidad, a la parcelación del saber, puesto que un conocimiento inversor mutilado por diversos sesgos y sin experiencia, suele conducir a una práctica condenada al fracaso. Deduce tus propias conclusiones par no fracasar en las decisiones de inversión.
Lo anterior desencadena en que, la subjetividad y el desequilibrio se hagan presentes, lo que implica que debemos trabajar en el campo de las inversiones como en el desarrollo de un pensamiento complejo, que nos permita contemplar la realidad de los mercados, siendo no solo un observante pasivo, sino participante y constructor de ella. Con todo ello, debemos de tomar decisiones sencillas tras análisis complejos o no fáciles.
Sabemos que habrá otro bajonazo bursátil pero no el por qué ni cuándo. Su motivo será otra rareza humana, biológica, física,…trasladada al campo de la economía de corto/medio plazo fuera de toda expectativa convencional de las que recientemente estamos hablando con el vocablo “burbuja”. Se producirá un evento raro y luego nos inventaremos las explicaciones. Este tipo de eventos o sucesos como el actual Covid19 han marcado el avance y desarrollo de la sociedad, así como las guerras y crisis financieras, perjudicando seriamente la actividad empresarial clásica y dando nuevas oportunidades de avance en la creación de nuevas empresas que solucionen los problemas nuevos a los que nos enfrentamos y nos hagan la vida más fácil. Ignorar esto último es como seguir siendo terraplanista pero admitir la aceleración de Coriolis.
Como inversores nos debemos de centrar en buscar la robustez frente a la debilidad, que nuestra cartera de accs y/o fondos lleven empresas capaces de expandirse, fusionarse, de ser competitivas, que su economía sea creciente en escalas. Estas empresas sufrirán ante acontecimientos inesperados pero no cerrarán la puerta, se harán más fuertes tras las crisis. ¿Puede ser un ejemplo Disney con parques temáticos cerrados?¿Puede Disney haber encontrado parte de la solución en el Streaming donde ya ha superado sus expectativas de clientes a dos años vistas con creces? ¿Seguirá ganando dinero como hasta ahora Disney con estos cambios?. Solo es un ejemplo pero el precio es el Rey y Disney está en máximos. Sin olvidar también aquella otra opción de que “el Rey va desnudo”, cosa que dudo, sino Disney por que ha sobrevivido tantos años y a tantos acontecimientos inesperados. Lo de Disney solo es un ejemplo de que nos debemos de hacer multitud de preguntas antes de valorar las situaciones y/o decisiones a tomar.
Lo mismo Disney que los Hoteles, Aerolíneas, … en los que las grandes cadenas pueden barajar que según se vaya superando la crisis Covid19, habrá una explosión de ocio vacacional con alta demanda, desapareciendo el Low Cost salvaje y proporcionando jugosas ganancias. ¿Es robusta o débil está idea basada en expectativas? Personalmente creo que todavía es una idea débil pero ha valorar quién la crea oportuna a largo plazo. El presente para mi es la explosión tecnológica(IA, robótica,…) que estamos sufriendo y su traslado a otros sectores como la medicina/salud, e-comerce, …entre otros muchos.
Creer en la falsa probabilidad de cuando se darán las sorpresas en formas de “Cisnes Negros” es una pérdida de coste de oportunidad. El mercado se puede poner en modo alcista más tiempo de lo que nadie piensa, por la sencilla razón de que a corto plazo es impredecible, una máquina de votar que decía el maestro Kostolany. Todos sabíamos que en Diciembre/Enero saldrían varias vacunas pero no sabíamos que el Ibex iba a recuperar un 25% en 4 semanas y USA estaría en máximos con las morgues llenas, con unas economías deprimidas por el motivo sabido de la vacuna.
Una lectura que me suele servir de termómetro emocional bursátil es el hilo en Rankia de “pulso al mercado intradía” donde recientemente mucho pequeño inversor se vanagloria de salir del Ibex ahora con poca pérdida o con tibias ganancias. Mi olfato y experiencia me dicen que estos mismos, volverán a comprar Ibex 200 o 300 puntos más arriba presionados por las noticias de la prensa, sus emociones, su ludopatía no contralada, etc…para volver a ser carne de cañón con Telefónicas cerca de los 4 euros o similares ejemplos conductales que están avocados a volver a fracasar.
Gracias por leer este tocho. Si le sirve de algo a una persona me doy por satisfecho. A mi me sirve para reflexionar ycaminar por el aprendizaje continuo.