La mejor explicación que he encontrado:
“¿Qué demonios está pasando en España?”
A eso de las once y media de hoy se produjo un apagón casi nacional en España y Portugal.
Pequeñas zonas del sur de Francia también se vieron afectadas durante un breve periodo, pero el suministro eléctrico se restableció con bastante rapidez.
El operador de la red eléctrica portugués ha declarado hasta el momento que las oscilaciones en las líneas eléctricas relacionadas con el clima son la causa probable del colapso de la red eléctrica.
En el momento del corte de suministro, el suministro eléctrico español se encontraba en una situación muy frágil: el 70% de la electricidad provenía de generadores que no tenían volantes de inercia síncronos a la red.
Los volantes de inercia síncronos a la red se refieren a turbinas en plantas de energía nuclear, de carbón, de gas o hidroeléctrica que impulsan los generadores de dichas plantas.
La velocidad de estas turbinas está sincronizada con la frecuencia de la red eléctrica.
De esta forma, la frecuencia de la red se acopla a la energía rotacional de las turbinas.
Si la frecuencia cae, significa que la carga en la red supera la producción de las centrales eléctricas conectadas.
En este caso, la energía rotacional de las turbinas se convierte en electricidad, que alimenta la red.
Las válvulas de las turbinas de las centrales eléctricas responden abriéndose más para estabilizar la red.
También se da el caso contrario: en este caso, el exceso de energía en la red se convierte en energía rotacional, con lo cual las válvulas de las turbinas se cierran para adaptarse a la nueva carga.
Aunque la energía rotacional de las turbinas no es grande en comparación con el consumo eléctrico de la red, es suficiente para soportar una carga excesiva o absorber el exceso de energía hasta que las válvulas tengan tiempo de reaccionar.
Este principio de volantes giratorios sincronizados con la red ha sido la base de nuestras redes eléctricas durante más de 100 años y garantiza que se produzca tanta electricidad como se consume cada segundo.
Desde hace dos décadas, en Europa construimos enormes cantidades de generadores de energía que no tienen turbinas síncronas con la red, sino que producen corriente continua, que se convierte en corriente alterna mediante inversores:
Energía eólica y solar.
Aunque estos inversores pueden generar una corriente alterna muy convincente, no pueden sustituir la función de los volantes de inercia síncronos de red.
Cuanto más energía eólica y solar haya en la red, menos turbinas síncronas de red de las centrales eléctricas convencionales estarán disponibles.
Cuanto menos turbinas síncronas a la red haya, menos masa del volante de inercia estará disponible como amortiguador para absorber las fluctuaciones instantáneas de carga.
Si no hay suficientes buffers, incluso pequeñas fluctuaciones pueden provocar rápidamente que la frecuencia de la red se desvíe demasiado del valor ideal de 50 Hz.
Tanto los consumidores como los productores reaccionan a esto desconectándose para protegerse, lo que puede desencadenar un colapso en cascada.
Aún no se sabe realmente qué provocó el vuelco del barco en España.
Sin embargo, sabemos que la red eléctrica en España se encontraba en un estado muy volátil en el momento del colapso.