Buen día a todos.
Estoy investigando la idea que comentais. La verdad es que el desarrollo del mundo del seguro “CON MAYUSCULAS” puede y debe ser disruptivo, como esta ya pasando con sector financiero. Este sector (en Europa en general y en España en particular) está muy regulado y además en mi humilde opinión vive mucha gente de el. Esto quiere decir que el margen de mejora vía costos es brutal si lo entre mezclamos inteligencia artificial.
En España hay una compañía ya, que con una lectura ligeramente diferente a la industria actual, lleva años rompiendo el mercado (MUTUA MADRILEÑA), la duda que a mi se me presenta, es si se van a dejar comer la tostada las grandes aseguradoras.
Enlazando con el modelo disruptor de LIMONADE, este mes de noviembre he leído que el monstruo BROOKFIELD, va a entrar en este sector también.
Esta idea de inversión hay que seguirla, y si tienes un fondo para “SEMILLAS”, hacer una o varias compras de testeo teniendo claro que puede salir un bosque o bien a la primera acometida ir al hoyo.
Lo que si he visto últimamente es que en este sector los actores de siempre sino se mueven, van a ver su silla tambalearse.
Siendo prudente porque no soy un experto en el mundo del seguro, estuve este verano pasando una tarde con un amigo que es actuario y trabaja como socio consultor en una entidad independiente de este país, muy relacionada con el mundo del seguro. Además de hablar de cuestiones privadas, saque a relucir el modelo MKL. Y me confirmó lo que ya sospechaba. Que con la regulación Europea los capitales de cobertura solo se serian susceptibles de invertir en activos VOLATILES, una mínima parte. Dicho de otra manera, la normativa obliga a que cada vez que se recibe una PRIMA, un importante porcentaje del importe se MACHEA, en activos básicamente de renta fija con calificaciones crediticias CORE. Así mismo me comentó que este es un sector que dentro de unos años no lo va conocer ni su abuela.
En fin, creo que vuestro olfato anda fino con LIMONADE (POCOS MESES DE VIDA), este finde vuelvo a la carga, aunque con la idea de meter algo de TELA, y olvidarla durante un quinquenio como mínimo vaya bien, mal o cojonudamente.