Hace tiempo que no abro un hilo nuevo. A parte de porque las niñes no me dejan tiempo ni para ir al baño tranquilamente, y el poco tiempo extra lo dedico a escribir el libro que las encamine en las inversiones, ya hace tiempo que tenemos muchos hilos y de calidad, algunos de ellos con empresas absolutamente espectaculares como NOVO o APPLE, o la propia COPART, menos conocida.
También tenemos empresas y negocios que no han ido bien, como Lemonade o Roku, pero al final no se puede ganar en todo, y cuando no ganamos, pues aprendemos para seguir avanzando, que es lo que nos hace mejores inversores, y en el fondo también, mejores personas.
El caso que este es un tema que me preocupa profundamente, y sobre el que últimamente se está hablando mucho. Se avecina una verdadera crisis demográfica en España, donde apenas nacen 300.000 niños al año, y 1/3 ni siquiera son de españoles, con lo que la transmisión de la cultura, y la involucración en el “laburu” que diría el bueno de Milei, para sostener nuestro maravilloso sistema de la Seguridad Social (otrora aclamado de los mejores del mundo), y que se encuentre fuera de peligro.
El caso es que la crisis demográfica va a afectar a muchos de nuestros nexos de unión en la vida:
1.- Pensiones: va a ser difícil que cobremos las pensiones en 20 años que se cobran hoy.
2.- Vivienda: van a sobrar viviendas par aburrir, más allá de las grandes capitales.
3.- Empleo: quizás lo único positivo, menos personas, menos competencia. Aún así, seguimos siendo el país de la OCDE con más desempleo.
4.- Deuda: la crisis de deuda será durísima, veremos quien paga esto. De momento ya nos están robando con la inflación.
5.- Empresas: si seguimos con las mismas empresas en el Ibex que hace 40 años, difícilmente vamos a progresar. Necesitamos nuevos emprendedores y negocios, y con un país donde todos los jóvenes quieren ser funcionarios, no parece cosa fácil.
El INE estima que a lo largo del año pasado se registraron en España 322.075 nacimientos , un mal dato tanto si se compara con el histórico tanto a corto como a largo plazo. Con respecto a 2022 supone un retroceso del 2% y si se echa la vista más atrás, a hace una década, la caída es aún más pronunciada, del 24,1%.
Una pregunta difícil, especialmente si desconocemos el desarrollo tecnológico y sanitario de las próximas décadas. Lo que está claro es que no era lo mismo cumplir 65 años en 1918 que en 2018. Medir cómo será nuestra capacidad física e intelectual en 2068 es muy arriesgado. Si alcanzamos a vivir los 100 años, ningún sistema podría asumir jubilaciones de 35 años y por tanto nuestra vida laboral se extenderá y durará 60 o 70 años, hasta convertirnos en octogenarios con nómina.
Los factores sociodemográficos dirimen revoluciones y guerras. Inclinan balanzas en la Historia. Por ejemplo, los votantes de edad avanzada fueron decisivos en el referéndum del Brexit . En la Alemania nazi había una gran población joven nacida del boom previo a la I Guerra Mundial. Y las primaveras árabes surgieron en sociedades rebosantes de juventud.
Me conformo con llegar a los 90 autónomo física y mentalmente y luego que me chupen el CHIP que fabrica Gates o Miguel Bosé que estará ya criando malvas. El problema es que no elegimos nuestro futuro, entonces poner las probabilidades a nuestro favor o morir intentándolo.
Hace varias décadas se fomentaba el matrimonio, el tener varios hijos, la gente tenía trabajo y vivían decentemente con un sueldo del cual pagaban muy pocos impuestos.
Ahora se fomenta (no es una moda espontánea) el no tener hijos porque con 40 años eres joven y tienes que seguir viajando, saliendo de fiesta, cambiando de pareja y que con un perro formarás una familia. Si a eso le añadimos unos salarios que no permiten vivir decentemente, unos impuestos asfixiantes, unos trabajos inestables, la vivienda un artículo de lujo…
Además de que fomentan que vengan muchas personas de fuera para que ellos sí tengan hijos y que, en poco tiempo seamos sustituidos por dichos extranjeros; no hay que ser muy inteligente para saber que nuestro querido país va a ser muy diferente en no mucho tiempo.
Y esto no es una moda o un cambio de mentalidad espontáneo; todo está bien calculado desde hace tiempo.
Tener hijos es, económicamente, un desastre. Requieren mucho mucho tiempo y dinero, los pisos deben ser más grandes. El gap salarial hombre-mujer es realmente un gap de maternidad. Las mujeres ganan lo mismo hasta que nacen los niños. Limitan la progresión laboral y son dependientes hasta edades muy avanzadas.
Muchas de las ventajas económicas de tenerlos han sido capturadas por el estado. El estado ha invertido uno de los incentivos de tenerlos, que es el soporte en la vejez. Hoy si tienes 5 hijos recibirás menos pensión y tendrás menos ahorros que si tienes 0 hijos por todos los motivos anteriores. En el pasado era exactamente lo contrario.
Las consecuencias están a la vista. Te compras un gato para que te dé cariño y con lo que te ahorras, una segunda vivienda en la playa.
Los políticos piensan que amortiguando las desventajas van a conseguir mucho. Va a ser que si no abren la mano y ceden dinero de verdad se van a comer un mojón.
Soy padre de dos y está siendo la experiencia más transformadora por la que he pasado nunca. No los cambiaría por un gato y una segunda residencia, pero si la situación económica hubiera sido más precaria nos hubiéramos parado en el primero.
Heraclio Fournier, Rossli y anis del mono son el kit básico de jubileta rural
Bueno seamos serios, fármacos y empresas de ayuda a domicilio y catering de comidas (reparto) pueden ir bien, las residencias cada vez menos ya que yo para no saber ni en qué día estoy de la semana o si me ha venido a ver mi hijo o mi yerno prefiero eutanasia y probablemente esa sea la tendencia.
El tema viajes y disfrutar del tiempo libre no lo veo tan claro, la gente de a pie verá tan empobrecidos a sus hijos (atracados para sostener las pensiones y la sanidad de los jubilados) que preferirá no gastar y dárles parte de la pensión a los hijos (ya estoy viendo casos y no son “familias pobres”)