A lo largo de la historia, numerosas crisis económicas han puesto en entredicho los fundamentos en los que se basa nuestro sistema económico y las actuaciones de los gobiernos para solucionar las situaciones de crisis. La crisis bursátil de 1929, la crisis financiera y económica de 2008 y la reciente crisis provocada por la pandemia del Covid-19 nos han hecho cuestionarnos cómo superar las recesiones y estimular la economía.
¿Cómo podemos afrontar las situaciones de recesión económica? ¿Es preferible que el gobierno intervenga en la economía para estimularla, o debemos fiarnos de que el libre mercado siempre encuentra la solución más eficiente y devuelve a los mercados a la posición adecuada? ¿Qué tesis ha resultado vencedora a lo largo de la historia?
Para abordar este grandísimo debate, Nicholas Wapshott hace un recorrido por la historia del pensamiento económico sobre la base del durísimo enfrentamiento entre los dos economistas más influyentes de la historia. Lo realmente interesante de este enfrentamiento es que se reproduce periódicamente, con distintos defensores pero con similares planteamientos. Para comprender completamente el surgimiento de ambas teorías económicas, este libro nos proporciona el contexto histórico en el que se desarrollan y, en ocasiones, elimina determinados estereotipos que generalmente se atribuyen a ambos economistas y que no son del todo ciertos.
Por un lado, Friedrich HAYEK es el máximo exponente de la Escuela Austriaca, discípulo de Ludwig von Mises, con quien promulgó la teoría del ciclo económico. Hayek defendía el fundamentalismo del libre mercado. El “laissez faire” siempre va a encontrar la solución eficiente, de forma que, aunque la economía temporalmente sufra perturbaciones que puedan generar incentivos a los gobiernos de intervenir, los gobiernos se deben abstener de la intervención ya que el mercado finalmente volverá por sí mismo a recuperar la economía. Wapshott explica cómo otro de los postulados fundamentales de su pensamiento se basa en el ahorro.
Pero, ¿qué es lo que realmente preocupaba a un economista como Hayek? Hayek nació en Viena en 1899, y después de la Primera Guerra Mundial, Austria experimentó la dureza de un fenómeno conocido como la hiperinflación. Unos precios totalmente descontrolados, fenómeno unido a la depreciación real de la moneda local, provocaron que una gran parte de la población se viese sumida en la pobreza. Entendiendo esto, es más fácil entender el recelo de los economistas de la escuela austriaca a la estimulación artificial de la economía por el gobierno.
Por otro lado, John Maynard KEYNES fue el gran revolucionario de la economía moderna, al entender y desarrollar un concepto estudiado en todas las facultades de economía: la demanda agregada. Keynes entendía que, en tiempos de crisis, el gobierno tiene la obligación de aumentar el gasto público para estimular la demanda agregada, de forma que la economía sea estimulada y la rueda gire. El concepto clave para entender esta tesis es el conocido como “multiplicador keynesiano”. Por cada dólar que invierta el gobierno en obras públicas, la producción se ve multiplicada al estimularse la demanda agregada. El gobierno invertiría así un dólar en obras públicas, las cuales generarían empleos, y esas personas que han conseguido un empleo gracias a la inversión pública podrían consumir más de lo que lo hacían antes. Sin embargo, Keynes no defendía estas políticas en todas las situaciones, sino únicamente en períodos de recesión. En períodos de crecimiento económico, el gobierno debería abstenerse de intervenir y debería hacer políticas económicas más austeras. Así, frente a la preocupación que mostraba Hayek por la inflación, a Keynes le preocupaba el desempleo.
Finalmente, ¿quién ha resultado vencedor de este durísimo debate? La realidad es que ambos economistas han resultado vencedores a lo largo de la historia. La tesis de Hayek fue aplicada con éxito por gobiernos como los liderados por Ronald Reagan en Estados Unidos y por Margaret Thatcher en el Reino Unido. Por otro lado, las políticas keynesianas han sido aplicadas con éxito en diversos momentos de la historia, incluso por políticos conservadores. Así sucedió en la época de prosperidad económica tras la superación de la crisis bursátil de 1929. En la actualidad, gobiernos de todo el espectro político han hecho renacer a Keynes para superar la crisis producida por la pandemia. El tiempo dirá si ha resultado vencedor otra vez.
NOTA: como introducción para quien decida atreverse con esta obra, os dejo un divertido rap entre los dos economistas.