Una de mis fábulas favoritas es la de la tortuga y la liebre. La liebre, pese ser mucho más rápida acaba sucumbiendo ante la constancia y esfuerzo de la tortuga, que no ceja en su empeño hasta adelantarla.
Nuestra cotizada de hoy es una pequeña joyita, Turtle Beach, una marca pujante de auriculares para gamers. La empresa ha pasado este año de ser una small cap a una médium cap, debido a una revalorización de 6x, favorecida por los vientos de cola del Covid que han provocado un aumento del uso de los videojuegos y periféricos:
La Compañía empezó a realizar headsets para Xbox, Playstation, PC y Nintendo en 2005.
Turtle Beach empezó en 1975 realizando dispositivos de edición de música para mejorar los coros, pianos y otros instrumentos de grabación. En 1988 empezaron a desarrollar hardware para grabación, MIDI y tarjetas de sonido, en 1996 fue vendida a Voyetra Technologies. Ya en 2005 fue cuando se centró en los auriculares para gaming, teniendo un boom inicial muy fuerte para después perder esa expectativa y volver a la normalidad. En el último año ha conseguido incrementar las ventas más de un 140% con respecto al año anterior.
Algunas de sus competidoras son la conocida Logitehc y Mad Catz, que también han tenido un gran desarrollo este último año.
Si los resultados de 2020 consiguen duplicar a los de 2019, como todo aparenta, es muy probable que nos encontremos ante una compañía a PER de un dígito, pese a la increíble subida que ha tenido. Actualmente, según Morningstar, estaría a un PER de 11.
El ROE se sitúa en el 35%, una muy buena cifra, con un beneficio del 7%, aunque preveyendo que suba considerablemente este año. Además, la deuda es inexistente, pues tiene más equity que pasivo.