Como ya saben las personas que me conocen, yo soy un inversor diferente porque sobrepotencio el meta análisis de lo que no se ve, más de lo que sí se ve.
Los incentivos son fundamentales para entender qué puede pasar en el futuro, aunque el razonamiento lógico diga lo contrario.
En la gran mayoría de las veces triunfarán los primeros sobre lo segundo. Lo fundamental es detectar quién se impone en la batalla, porque entonces lo harán sus objetivos.
Cada caso es único y requiere ser analizado de manera específica, tanto en su interacción externa como interna.
Enlazo una muestra de lo que he querido expresar. La lógica empresarial seguramente no funcione en este y otros casos.
Pero algo como esto, que una administración evite o no evite que una empresa caiga, es algo que también se escapa del análisis de lo que no se ve, ¿no? Es algo completamente imprevisible.
Yo de las primeras cosas que miro en una empresa es si hay un solo político en el Consejo de Administración. En cuyo caso jamás se me ocurriría poner ni un €uro de mi bolsillo. Recuerdo cuando trabajaba en la empresa pública Tragsa y Pepniho colocó a dedo a una amiga de Presidenta. Lo primero que hizo fue gastarse más de 200.000€ en reformar su despacho, para que quedará como la suite del Ritz. A posteriori, miles de problemas y un ERE encubierto para pasar de una plantilla de 22.000 empleados a 8.000. Eso sí, por cada técnico, dos políticos “reubicados”…
La inversión, cuanto más alejada de la política, mejor.
Las administraciones públicas suelen ser más benevolentes con las empresas grandes que concentran empleo que con las pequeñas diseminadas en cuanto a dar su apoyo en la salvación.
Vamos a verlo desde el principio: ¿una empresa que llegue una comarca, municipio o región con un alto plan de creación de trabajo, es más probable que reciba ayudas o le pongan todas las dificultades para su implantación?
Ninguna posibilidad. Y prueba a solicitar un préstamo ICO con un excelente plan de empresa y la creación de 100 puestos de trabajo, que no te dan ni un €uro. Eso sí, para hacer pozos y viviendas, las licencias que uno quiera…
A un político generalmente no le interesa solucionar problemas, le interesa que el ciudadano no le visibilice como parte del problema. El dinero público les puede servir para quitarse un marrón. Como dijo la actual Vice: el dinero público no es de nadie.