El libro se va a reeditar en inglés, puesto que no había copias hace años y se vendían por no menos de 80€, esta es una gran oportunidad para adquirirlo.
Del legendario vicepresidente de Berkshire Hathaway, lecciones sobre estrategia de inversión, filantropía y cómo vivir una vida racional y ética. “Un clásico atemporal que cambiará la forma en que abordas la vida. Hay una educación de mil millones de dólares dentro de este libro”. -Shane Parrish, fundador de Syrus Partners y Farnam Street “Pasa cada día tratando de ser un poco más sabio de lo que eras cuando te despertaste”, aconseja Charles T. Munger en Poor Charlie’s Almanack. Publicado originalmente en 2005, este compendio de once charlas pronunciadas por el legendario vicepresidente de Berkshire Hathaway entre 1986 y 2007 se ha convertido en una piedra de toque para una generación de inversores y empresarios que buscan absorber el ingenio y la sabiduría perdurables de una de las grandes mentes del mundo. Siglos XX y XXI. Editada por Peter D. Kaufman, presidente y director ejecutivo de Glenair y viejo amigo de Charlie Munger, a quien llama “la respuesta de esta generación a Benjamin Franklin”, esta edición abreviada de Stripe Press de Poor Charlie’s Almanack incluye un nuevo prólogo del cofundador de Stripe, John. Colisión. Poor Charlie’s Almanack se basa en el conocimiento enciclopédico de Munger sobre negocios, finanzas, historia, filosofía, física y ética (y mucho más) para presentar el entramado de modelos mentales que sustentan su enfoque racional y riguroso de la vida, el aprendizaje y la toma de decisiones. Presentado con el ingenio agudo y el estilo retórico característicos de Munger, es un volumen esencial para cualquier lector que busque irse a la cama un poco más sabio que cuando se despertó.
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Sentirse cómodo sin hacer nada, cuando todo el mundo parece estar haciendo algo, es nadar contra la corriente. Hacer menos es una batalla cognitiva constante y la mayoría de las personas caen víctimas del canto de sirena del mercado en algún momento.
“Esperar te ayuda como inversor y mucha gente simplemente no soporta esperar. Si no tienes el gen de la gratificación diferida, tienes que trabajar muy duro para superarlo”. - Charlie Munger
Supongamos que podemos pasar de una dimensión a otra por un momento. La empresa A publica un informe de resultados mediocre, en línea con las expectativas, nada mejor ni nada peor. En la primera dimensión, las acciones caen un 15% al día siguiente. En la segunda dimensión, terminan el día con un alza del 5%. Este experimento no se produciría en el vacío. Las expectativas (uno de los innumerables factores que pueden influir en las reacciones posteriores a los resultados) desempeñarán un papel importante aquí. Pero en general, suponiendo que todo lo demás se mantiene igual, es más probable que el inversor atribuya una opinión negativa del informe a la dimensión uno (-15%) y una opinión positiva a la dimensión dos (+5%).
¿Por qué?
Este experimento mental ilustra una verdad fundamental: la mayoría de los inversores utilizan el mercado de valores como barómetro para validar sus opiniones y toma de decisiones.
Un niño que se presenta a un examen puede sentirse inseguro acerca de su respuesta a la pregunta 17. Al inclinarse sobre los papeles de sus compañeros, echa un vistazo a lo que escribieron para la pregunta 17. Por desgracia, es la misma respuesta. Al instante se sienten más seguros y confiados, sin saber que ambos dieron la respuesta incorrecta.
En el peor de los casos, un inversor echará un vistazo a una reacción de precios posterior a las ganancias antes de establecer su punto de vista, lo que contaminará su percepción y reforzará un efecto de encuadre. Es decir, el informe ahora estará consumido por un sesgo innato y el lector buscará inconscientemente información confirmatoria.
En un resultado ligeramente mejor, un inversor echará un vistazo a una reacción de los precios posterior a la publicación de las ganancias, buscando validar cómo percibió el informe en comparación con cómo se comportó el mercado, lo que a menudo le da demasiada importancia a la reacción del mercado.
Sin embargo, es conveniente estar al tanto de la opinión del mercado. El impacto de tener una opinión contraria y de invertir capital en ella puede ser significativo en el corto y mediano plazo. Basta con observar los cambios explosivos de las grandes empresas que habían sufrido fuertes golpes, como Netflix y Meta Platforms, como prueba corroborativa. Esto también funciona en ambos sentidos. Toda burbuja debe llegar a su fin y, para un pequeño número de inversores que eligen el momento adecuado, aprovechan ir contra la corriente.
Muy grande Charlie. Que manera de empatizar con mi situación actual…
Es duro no comprar y no vender, más lo primero.